jueves, 27 de mayo de 2010

Tiempo robado

Muchas veces no somos conscientes de lo que nos rodea. Salir por ahí y maravillarnos de cierto paisaje , y luego meternos de nuevo en nuestra madriguera de ladrillos, cegados por la inapetente pero necesaria rutina. Que no decaiga... Desde nuestra silla de oficina, nuestro volante o desde donde estemos trabajando, en algún momento pensamos en nuestro plan de fin de semana, nuestras vacaciones. Un tiempo en el que dejamos de ser esclavos de voluntades ajenas y hacemos caso un poco más de las de nuestras familias y por que no, un poco más de la nuestra. Alguna vez me ha dado por pensar, estando en un lugar de esos que nos gusta de veras, que mientras estamos enfrascados en esa rutina de la que os hablo, ese lugar seguirá estando allí dando la espalda a todo nuestro ajetreado mundo. Y me gusta pensar que esos paisajes se conservarán siempre como lugares sagrados e imperturbables.


1 comentario: